Tira de mi falda. Desde la cintura al ombligo, en línea suspensiva, tu boca. Barro para tus manos las curvas de Gracia. Sácame de quicio. Ponme a secar como a un trapo mojado. No me arrastres, no me asustes. Llámame tonta. Píllate los dedos. Deja que te invite a un café. Caliente, claro. Sin azúcar. Con sal. Sin aliento. Un entre líneas de Báilame el agua. Iruñea, octubre de 2010.
martes, 14 de febrero de 2012
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3 comentarios:
Que bonitas palabras Ana.
Me he metido en tú blog , viendo un comentario tuyo en el blog de la cuadrilla.
Yo tambièn tengo uno, los pucheros de Nuria , te animo a que lo sigas.
Son recetas sencillas y fáciles de elaborar.
Sigue escribiendo esas palabras tan sencillas y dulces.
Las palabras que he de agradecer son las tuyas. Gracias por la visita. Siempre Bienvenida. Nos vemos entre pucheros, Nuria.
En algunos sitios tinto, en otros cortado, para unos aguado, para los otros, cargado...
todo depende desde la orilla desde donde mires.
Bonitas despedidas en Iruña, mejores reencuentros en La Laurel.
Nos vemos por los bares.
A veces una rosa con un pétalo de cada color me sirve de metáfora cuando pienso en tus palabras.
No lo dejes, ni las letras ni las imágenes. Toki askatu!jaja
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