lunes, 19 de enero de 2009

desde el otro lado


La cuestión era estar cómoda, pero tenía la curiosa manía de pensar que al otro lado del papel pergamino estaba él…observando atentamente cómo le escribía. Así que tiro una hora de acicalamientos y coloretes, un rosetón artesanal de tela justo encima de su oreja izquierda…cerca de un rosado brochazo que le dio luz y sombra al rostro. Un poco más abajo, el carmín que perfilaría sus labios. Y toda ella, con su particular ritual femenino, frente a un papel y una pluma a estrenar. Así todas las tardes en los días de correo. Ella aquí, él…más allá de la distancia. El amante discreto supo quitarle con arte el vestido desde el otro lado.

2 comentarios:

Ruth dijo...

wow ana, me gusta como escrives, y me gusta porque tiene un tono lolita, me encanta como descrives las cosas, y tus fotos son sencillamente geniales ^O^

Ana García Echevarría dijo...

Siempre hay hueco para pa evasión Ruth...Un besiko...