miércoles, 1 de febrero de 2012

cautivas y desplumadas


De esto me enteré en trasnochada videollamada a Bucaramanga. En su último paseo por la costa colombiana, había parado en tierra Wayúu. Aquella noche de mi franja horaria occidental, contó la historia de una indígena de quince años que valía treinta mil pesos. Fue una esposa por compra venta esposada, la tercera del viejo.

-         - Y, cuente, ¿qué hay de su matrimonio?.
-        -  Estoy pensando en devolverla. Me salió barata la dote, pero mala gallina. Es demasiado coqueta. De pronto, se la vendo a un *arijuna de Barranquilla.

Esto, en la Guajira. Nacer mujer entre los envera del Chocó, no la permite a una ni hablar en público. Cautivas. Y desplumadas.

*arijuna: hombre blanco en terminología wayúu.

La fotografía fue tomada en San Gil, Región de Santander (Colombia). Julio de 2010.

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